lunes, abril 23, 2007

Existen horarios con premio

¿Por qué son mas valoradas 8 horas de trabajo si salís a las 20hs, que 8 horas si te vas a horario?
Incluso una menor carga horaria, es aceptada y mejor recibida que el horario normal y habitual, siempre que la salida este lo mas lejos posible del horario formal.

Y esto se da porque un mail enviado a las 22hs, tiene la propiedad de hacer desaparecer de la mente del jefe, el horario de entrada de su empleado, convirtiendo inmediatamente “al mártir” en empleado del mes.
Y si esta situación se repite sistemáticamente, el empleado tiene vía libre para obtener un beneficio de este concepto que se tiene de él…

Tenemos que hacerle ver al management, que aquella persona que normalmente sale tarde, tiene: a) problemas para hacer su trabajo (ya sea por falencias propias o por una excesiva carga de trabajo) o b) elige un horario que le resulta mas cómodo y por supuesto, mucho mas redituable a nivel concepto e imagen.

Lo justo es que se valore de la misma forma a aquel que llega temprano y termina su labor dentro del horario establecido; todos trabajamos con un objetivo determinado y una administración horaria diferencial, no debería ser ninguna ventaja.

PD: Al margen de esto, si lo que buscas es un aumento de sueldo, salí del trabajo después de las 18hs

lunes, abril 16, 2007

Los Gerentes son los buenos, RR.HH. son los malos

Las buenas noticias a los empleados las dan los jefes o gerentes (la famosa “línea”).

Resulta que surge un nuevo beneficio, o una nueva política. O simplemente se comienza con el proceso de aumentos por merito o se lanza la política de bono. Y como es habitual en estos casos, el gerente o jefe inmediato le comunica al empleado “la buena nueva”.

Pero resulta que cuando es un problema, damos de baja un beneficio o la “buena nueva” no es tan buena, nos delegan a nosotros la responsabilidad de comunicarla y tenemos una cola de reclamos y preguntas en nuestro mail o nuestras oficinas.

Se puede escuchar de cualquier gerente: “No se, hay que preguntarle a Recursos Humanos ellos decidieron esto”, “Yo no estaba de acuerdo, fue la gente de Personal quien determino esto” .

Y pasamos de ser los malos de la película.

Tendríamos que tener en el área de RR.HH. una gerencia de Marketing, y hacer más campaña a nuestro favor.

miércoles, abril 04, 2007

No gastemos dinero en capacitación.

Ya lo dijo Confucio 500 años antes de Cristo:
“Escucho y me olvido, leo y me acuerdo, practico y aprendo”

Pero igualmente seguimos insistiendo en mandar a la gente a cursos de lo más variopintos.
¿Y cual es el retorno de esto? Que la persona tenga un día de descanso de la rutina del trabajo. O que pruebe ricas medialunas (croissant para nuestros amigos de España).

Por ejemplo, mandamos a una persona a hacer un curso de Excel a un instituto de renombre, ahí le enseñan algunas formulas y trucos y vuelve contento.
¿Pero realmente le dieron una solución? ¿Pudo articular esa persona los problemas de gestión de la información que tiene con los contenidos del curso?

Eso no sería nada, que pasa con los cursos “de verdad” los que “agregan valor” tales como: Gestión del Cambio, Clima laboral, Liderazgo, etc.

¿Que logramos enviando a un Gerentes a un curso de liderazgo cuando la gente no lo respeta como tal? ¿Cómo vamos a crear líderes si los Gerentes y Jefes no se llevan bien con la gente, o ni siquiera dicen “buen día”?
¿Cómo lograremos ser “Agentes de Cambio” si los Departamentos se echan la culpa unos a otros ante cualquier crisis?

Volvamos a Confucio.
“Escucho y me olvido", "practico y aprendo”

Primero deberíamos en preocuparnos en practicar ser mejores personas y luego perfeccionar nuestras habilidades en un curso.

miércoles, marzo 28, 2007

El empleo del tiempo

Yo pensaba que todo se arreglaba en formales reuniones con un cronograma perfectamente pautado, hasta que me di cuenta que, la charla de pasillo, el café, o el cigarrillo en la puerta, conforman el ambiente ideal para definir gran parte de los asuntos empresariales.

Desde ese momento, aprovecho cualquier situación informal para cerrar temas y uso la reunión solo para formalizar lo definido...

miércoles, marzo 21, 2007

Uniformidad

Todo igualitos. Eso es lo que se busca. Nada de vestirse distinto porque nos convertimos inmediatamente en empleados despreocupados y harapientos.
Cuando veo en tantas empresas una preocupación tan grande por la vestimenta de trabajo, me pregunto donde esta puesto el enfoque dentro de su cultura organizacional. Porque tanto control, no hace más que apuntar a la uniformidad de criterio, premiando al “igual” y castigando al distinto.
Fíjense que en algo tan trivial como el vestir, se ejerce una presión formal e informal (todos recordaran charlas en el comedor de la empresa donde se critica al “mal vestido”), que atenta contra la iniciativa de elegir la ropa con la que uno pueda trabajar cómodo. No olviden que la forma en que uno viste, refleja rasgos de la personalidad, por eso, incentivar el uso de vestimenta uniforme, hace que aquellas personas más tradicionales y conservadoras se sientan a gusto. Un detalle, si…pero toda una declaración de principios.
Esa obsesión por la uniformidad, ¿no denota una intención de fomentar una cultura tradicional?, ¿No pretende conductas conservadoras que mantengan el status quo?, ¿No revelan una falta de interés por alentar la diferenciación?
Creo que hoy en día, es vital tener la apertura necesaria para afrontar los desafíos que surgen en un contexto tan competitivo, y para que esto ocurra, debemos pensar fuera de los parámetros habituales, si lo que pretendemos es dejar huella. Si, ya se, la ropa es un pequeño detalle, pero los detalles marcan la diferencia.
Un uniforme no hace a un empleado mejor o peor, ni limita su capacidad de trabajo, aceptemos de una vez que para ser, no siempre hay que parecer.